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Limitar a Jefes no es suficiente para Raiders

La ofensiva de los Raiders tuvo su juego más productivo del 2024 en cuanto a yardaje se refiere, la defensa de Las Vegas solo permitió un touchdown de Kansas City, la menor cantidad para los Jefes en contra de los Malosos en los doce partidos que Mahomes ha jugado en contra del equipo, pero eso no bastó y terminaron vendiendo cara la derrota 19-17 en el Estadio Arrowhead.

"Estoy orgulloso de ellos, de nuestro equipo, de nuestra lucha", aseguró el entrenador en jefe Antonio Peirce. "Nos quedamos cortos una vez más. (Los Jefes) son campeones del mundo y ya son dos veces esta temporada en las que creo que jugamos muy duro (ante ellos) y tuvimos oportunidades de ponernos en posición de ganar. El récord es el que es, pero no hay que bajar la cabeza, ni rendirse. Solo tenemos que seguir luchando. Los jugadores tienen algo de tiempo libre y nos reagruparemos. Una cosa que no voy a quitarles es el esfuerzo y el orgullo con el que compiten".

Perdiendo al son de 16-3 sobre el final del tercer cuarto, los Raiders encontraron las diagonales por primera vez en dos años a la ofensiva en Kansas City por conducto de un pase anotador de Aidan O'Connell a Brock Bowers para acortar distancias. Tras parar en un tres y fuera en la serie consecuente a los Jefes, Las Vegas recuperó el ovoide y tan solo dos jugadas después una conexión aérea de 58 yardas entre O'Connell y Tre Tucker puso al frente a los Malosos 17-16 en la primera jugada del último cuarto al anotar 14 puntos sin respuesta.

"Estuve fuera durante cinco semanas y fue difícil ver (las derrotas) porque sé lo duro que trabajan los muchachos durante la semana", declaró O'Connell, quien vio acción por primera vez desde que se lesionó el dedo pulgar de su mano derecha en la semana 7. "Es difícil de digerir en este momento. Pero no podría estar más orgulloso de nuestro staff de coacheo y nuestros jugadores. Fue un gran juego, excepto por la última jugada".

Esa última jugada fue con los Raiders abajo 19-17, después de haber movido el balón 54 yardas en 7 jugadas tras recibir una patada de despeje posterior a la pausa de los dos minutos. Con 15 segundos restantes, Las Vegas lanzó un balón al césped con un 'spike' para detener el reloj. Teniendo tercera y tres desde la yarda 32 de Kansas City, con el reloj de la jugada debajo de 5 segundos restantes el centro Jackson Powers-Johnson envió el ovoide a O'Connell previo a cuando tenía presupuestado recibirlo, no lo vio venir, le pegó en el pecho y la pelota terminó en el césped, siendo recuperado por Kansas City, con lo que los Jefes sellaron la victoria.

"El tiempo se estaba agotando y estaba tratando de alinear a los muchachos", dijo O'Connell al preguntársele sobre la última jugada del partido. "Simplemente íbamos a lanzar la pelota fuera del campo, hacer que el reloj se agotara y en cuarta oportunidad patear el gol de campo. Fue completamente mi culpa. Estaba viendo a la derecha para asegurarme que los muchachos estuvieran preparados. Empecé a aplaudir, en mi cabeza para señalar el balón y recibirlo, pero cuando empiezo a aplaudir, eso le dice a Jackson [Powers-Johnson] que saque el balón. Jackson hizo exactamente lo que debía haber hecho. Aplaudí demasiado pronto. No salió como queríamos. Fue muy difícil, pero no hay nadie a quien culpar más que a mí mismo. Esa es la parte más difícil de aceptar".

No hay victorias morales en el fútbol americano, pero se ve a un equipo que puede encontrar la manera de seguir dando pasos adelante a pesar de que acaban de perder su octavo partido de manera consecutiva, quinta racha perdedora más larga en la historia de la franquicia. El retorno de O'Connell encabezó una noche productiva en cuanto a yardaje aéreo y terrestre, pero no se vio reflejado en el marcador donde solo consiguieron dos touchdowns y ambos en un lapso de dos minutos en un juego que consta de cuatro cuartos de quince minutos cada uno. Para mala fortuna de los Malosos, Daniel Carlson falló tres goles de campo por apenas la segunda vez en su carrera y la primera desde que arrib√ al conjunto negro y plata en el 2018, cada una de las patadas erradas fueron de al menos 55 yardas de distancia.

O'Connell terminó con 340 yardas y dos anotaciones producto de 23 pases completos, destacando las conexiones que tuvo con Brock Bowers quien terminó el partido con 10 recepciones para 140 yardas y una anotación, además de Jakobi Meyers quien registró 6 recepciones para 97 yardas. 'Kobi' brilló en la primera mitad, mientras que Brock lo hizo en la segunda. El corredor Sincere McCormick aprovechó tener jugadas a la ofensiva por apenas la segunda vez en su carrera como jugador de la NFL, corriendo para 64 yardas en doce acarreos, algo que seguramente le abrirá más oportunidades en futuros partidos.

"La forma en que está jugando para nosotros al correr duro, físico, con la nariz dura, rebotando con piernas frescas", dijo Pierce sobre McCormick. "Si vemos nuestro juego terrestre, es el mejor que hemos tenido en mucho tiempo. 25 intentos para 116 (yardas). Él se las arregló contra esa defensa. Su estilo de juego y su fisicalidad realmente se mostraron".

Defensivamente, los Malosos terminaron el partido con cinco capturas de mariscal de campo, la mayor cantidad que han conseguido en la actual campaña, encabezados por K'Lavon Chaisson quien tuvo una y media. Si bien, no provocaron pérdidas de balón, sacaron del campo en cuatro ocasiones con tres y fueras a Patrick Mahomes.

La pelea estuvo ahí, la competitividad estuvo presente, pero en esta ocasión eso no fue suficiente para los Raiders, quienes tras una semana corta ahora tendrán días adicionales para recuperarse de este lapso de dos juegos en seis días de cara a su partido ante los Bucaneros en Tampa Bay el domingo, 8 de Diciembre.

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