En el vestidor del Intermountain Health Performance Center de Henderson, Nevada, se habla de todo, desde la familia y la paternidad hasta las rutas y los esquemas de protección.
Es el lugar donde se pueden escuchar debates estridentes sobre los próximos combates de MMA o los partidos de fútbol universitario del último fin de semana.
También es donde encontrarás a un ala cerrada de Napa, California, sentado junto a un esquinero de Excelsior Springs, Missouri. Y después de alinearse uno frente al otro en los entrenamientos, sus casilleros juntos permiten que las ocasionales bromas amistosas continúen fuera del campo.
"Sólo habla", dice Brock Bowers mientras mira a Sam Webb con una sonrisa en la cara.
"Nunca me diría nada", respondió Webb. "Sin embargo, yo siempre le digo de cosas pero nunca me responde».
El suyo es un ejemplo de las relaciones que nacen de la proximidad entre unos y otros.
Como lo describe el esquinero Nate Hobbs, sentarse al lado de alguien en el vestidor es muy parecido a volver al colegio.
"Vienes a clase de ciencias y no tienes pupitres, tienes mesas largas y te sientas al lado de alguien y llegas a conocerle mejor", dice. "Puede que ni siquiera los conozcas o te hayas metido con ellos, pero hablas mucho más. Es una forma de entablar conversación. Estás con ellos todo el tiempo. Probablemente sabes por lo que están pasando, lo que les gusta, lo que no".
Y cuando es tu primer día de "clase" en la NFL, tener tu casillero al lado de otro jugador de primer año puede ayudar en la transición.
Los linieros ofensivos Thayer Munford Jr. y Dylan Parham fueron compañeros de habitación en 2022 cuando llegaron por primera vez a Las Vegas y han tenido casilleros contiguos desde entonces.
"Es genial verlo realmente fuera del fútbol", dijo Parham. "Estoy conociendo a Thayer bastante bien. Hemos experimentado mucho, obviamente, pasando por nuestro año de novato juntos. Ambos jugábamos al principio de nuestro año de novato y fue bueno tener a alguien con quien pasar por esa lucha, sin saber realmente qué hacer como novato y luego vernos crecer mutuamente".
Así como Munford y Parham discuten lo que ven en la línea ofensiva, el tackle defensivo Matthew Butler es "todo oídos" a la visión y la experiencia a través de la pelota también.
Después de la mayoría de los entrenamientos, se puede encontrar a Butler y al ala ofensiva Dalton Wagner codo con codo en sus casilleros viendo repeticiones en una tableta y ofreciéndose críticas mutuamente. Wagner da a Butler consejos de alineación y Butler devuelve a Wagner los comentarios desde una perspectiva defensiva.
"Me preguntaba: 'Era una jugada de engaño, ¿cómo sabías que era un pase?' o 'Era una carrera y yo intentaba mantenerme neutral'», dijo Butler.
El valor de mezclar la disposición de los bvestidores es, según el entrenador jefe Antonio Pierce, otra forma de crear camaradería en el equipo.
"Siempre ves a la ofensiva y la defensiva, tienen que interactuar entre sí", dijo anteriormente en septiembre. "No puedes ser un equipo si sólo te sientas al lado de la línea defensiva todo el día. Por lo tanto, creo que allí, por ejemplo, como Maxx [Crosby] está al lado de Big Mike [Michael Mayer] creo que es ... sólo mover algunos de nuestros chicos más jóvenes alrededor de estar con una presencia veterana, ¿verdad? Así que tal vez esa pequeña conversación de cinco o tres minutos que podrían tener, pueden tener un gran impacto para nosotros en el futuro".
Aunque estas conversaciones en los casilleros suelen empezar con el fútbol, hay muchas posibilidades de que acaben en otra cosa.
"Te haces muy amigo de ellos, aprendes sus intereses, oyes la música que escuchan, oyes los vídeos que ven y te haces muy amigo", dice Butler sobre los lazos que se crean. "Ha sido genial tener tres vestidores diferentes en los últimos tres años y conocer a todo tipo de gente".
Entre el Draft de la NFL, la agencia libre y las constantes altas y bajas, los jugadores van y vienen con la rotación anual de la plantilla, pero el impacto en sus compañeros de vestidor puede perdurar mucho tiempo después de que se vayan.
En 2022, Duron Harmon fue titular en 16 partidos como safety de los Raiders en la que fue su décima y estadísticamente mejor temporada en la NFL. Aunque solo pasó un año con los Plata y Negro, su presencia en el vestidor junto a Hobbs y el safety Isaiah Pola-Mao sigue dando dividendos en 2024.
"Uno de los tipos más geniales, gran reconocimiento a 'Du'», dijo Pola-Mao. "Siempre me hablaba de aumentar mi confianza y mi coeficiente intelectual futbolístico. Nunca le olvidaré porque fue una parte importante en mi desarrollo, especialmente en mi año de novato".
En 2024, los papeles se han invertido. Pola-Mao está en su tercera temporada en la NFL y ha jugado 39 partidos con nueve titularidades. En el casillero de al lado está el esquinero novato Decamerion Richardson, la elección de cuarta ronda de los Raiders en 2024 (112º en la general).
"Decam es mi perro", dijo Pola-Mao. "Es muy country, es un vaquero. Nunca he hablado con él fuera del fútbol y cosas así, así que es genial estar al lado de un tipo así".
Para Webb, su crecimiento y maduración dentro y fuera del campo han sido ayudados por el corredor Ameer Abdullah.
"Me ayudó mucho", dijo Webb. "Siempre me ponía en juego. ... diciéndome cómo moverme. Yo venía de D-II, así que fue un gran salto".
Son ese tipo de relaciones las que -en medio de una temporada difícil- pueden ayudar a mantener alta la energía durante toda la semana.
"Nos llevamos bien, como si fuéramos amigos de verdad", dijo Jakobi Meyers tras la derrota de la Semana 12 ante Denver. "Los chicos se juntan, especialmente yo y los receptores. Esos son mis chicos, así que seguro que vamos a seguir juntos".
De la misma manera que un proyecto de ciencias es más divertido con tus amigos, es más divertido estar en un grupo con gente que no sólo conoces, sino con la que disfrutas trabajando. Cuando llega el día del partido, es aún más gratificante.
"Es casi como si te sintieras orgulloso cuando tu compañero de vestidor hace una jugada o algo bueno», dice Pola-Mao. "Como presumiendo, ese de ahí es mi amigo".
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Una nueva temporada a menudo puede traer un nuevo compañero de vestidor, pero una constante para los Raiders de los últimos tiempos ha sido el dúo de los pateadores AJ Cole y Daniel Carlson.
"¿Cuánto hace de esto, seis años? A estas alturas somos como un viejo matrimonio", dice Carlson. "Básicamente pasamos tanto tiempo juntos como con nuestras propias esposas".
"Podemos terminar las frases y los bocadillos del otro", dijeron al unísono.
"Estamos muy unidos dentro y fuera del campo, y creo que eso se traslada al terreno de juego para mantener cierto nivel de comunicación, confianza y las pequeñas complejidades del fútbol", continuó Carlson. "Siempre hay pequeñas conversaciones en el vestidor. Se mezclan. Se trata de la vida, de los entrenamientos, tienes un par de segundos extra aquí y allá entre las reuniones. Todo eso se va acumulando a lo largo de los seis años que llevamos juntos, así que ha sido un viaje divertido".
Eso es lo bonito de un vestidor de la NFL.
Ciuando hay un bicampeón nacional de los playoffs de fútbol universitario junto a un ex UDFA de Missouri Western State. A pesar de tener trayectorias y personalidades muy diferentes, cuando dos jugadores comparten vestidor se crea un vínculo especial que perdura mucho después de que hayan terminado sus días como jugadores.
"Diferentes estilos de vida, diferentes personas, diferentes estados, la oportunidad de conocer a cualquiera de estas personas si no has jugado al fútbol es una locura", dijo el receptor Tre Tucker. "Es genial. Siempre me gusta cuando entras en un equipo -y obviamente la NFL es diferente, algunos de los mismos chicos siguen aquí- pero cada año, los novatos llegan y realmente no los conoces bien. Pero a estas alturas, ya conoces bien a todo el mundo.
"Todo el mundo se conoce. Esa es una de las cosas que amaré de este deporte para siempre".
Head inside Intermountain Health Performance Center for practice as the Raiders prepare for their Week 14 matchup against the Tampa Bay Buccaneers.